viernes, 5 de abril de 2019


¿Cooperar o Competir? ¿En qué actitud pasas más tiempo vos y tu equipo?

Por Marilen Stengel*

Drama en dos escenas:

Escena 1:
Pido a los tres equipos con los que estoy trabajando que usen los elementos que les doy para que crucen el río imaginario que tienen en frente. Cualquier contacto con el “rio”, los dejará fuera del juego. Les doy materiales en cantidad suficiente como para que crucen en dos tandas y también diez minutos para que cada equipo desarrolle una estrategia, ya que se premiará al equipo que llegue primero a la otra orilla.
Cuando les doy la voz de largada, salen disparados a cumplir con el objetivo, algo que logran relativamente rápido.
 
Escena 2
La segunda vuelta de este ejercicio implica volver a cursar el río, pero esta vez, todos los miembros del equipo deben estar en contacto. El diseño esta pensado para que eso sea imposible de lograr a menos de que los tres equipos compartan recursos.
Estadísticamente, solo el treinta por ciento de las veces, los equipos pueden cumplir con la segunda consiga. La mayoría queda varada en el paradigma de la competencia y las pocas voces que se alzan proponiendo a los otros equipos compartir recursos es raramente escuchada.

Esta experiencia no tendría ninguna importancia si no reflejara una práctica muy arraigada en demasiadas organizaciones: marketing compite con ventas (y viceversa), la comunicación corporativa esta disociada de las acciones de RSE, los gerentes, por temas personales, no colaboran entre si (¿cómo pedirles a sus colaboradores que sí lo hagan?), entre tantísimo otros casos.

Vivimos tiempos “amigdalinos” en los que prima la reacción por sobre la respuesta, ello impide recordar que aun cuando cada sector tenga objetivos propios, todos ellos sirven y necesitan encolumnarse detrás de una visión compartida. Competir no es malo en sí mismo, se convierte en tóxico cuando supera la capacidad para entender que somos partes necesarias de un organismo que nos contiene y nos trasciende. Nadie se “salva” solo y el líder es el responsable de recordárselo a su equipo.

 Marilen Stengel* Escritora, conferencista, desarrolla personas y equipos para la excelencia en el trabajo


4 comentarios:

  1. Muchas gracias por el artículo Marilen. Tan cierto lo que escribís: "Somos partes necesarias de un organismo que nos contiene y nos trasciende. Nadie se “salva” solo y el líder es el responsable de recordárselo a su equipo". Clave trabajar mucho en esos conceptos!! Muchas Gracias!!
    Valeria Laconich

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  2. Me maravilla tu trabajo Marilen. Felicitaciones.Lo que decis sirve para todos los aspectos de la vida y ojalá lo entendieramos como pais. Muchas gracias y te seguiré leyendo.Un beso

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    1. Gracias a vos Beatriz, porque el mundo se cambia cuestonando los propios paradigmas y automatismos, pero estar dispuesto a ello te saca de tu zona de confort y no todo el mundo apuesta a ello. Abrazo y gracias por la comppañía!

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